Ay Camila,
si tan sólo hubiéramos culeado
en una discoteque
de los ochentas
para poder despedirme
de ti diciendo
que nos cachamos.
Todo lo contrario:
Yo te digo
que te veo
y tú me mandas
saludines.
¡Si tan sólo esos saludines
se los mandaras a mi órgano
viril y erguido
y no al vacío
que has dejado
en mi alma!
lunes, 14 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario