lunes, 31 de marzo de 2008

Sheika


(Fragmento de El gran vidrio, de Mario Bellatín)

La escritura como profecía, ha dicho la sheika en más de una ocasión. No en vano en la religión islámica el milagro es un libro y nosotros somos una letra de ese libro. Es quizás esa la razón, ser sencillamente una letra de un alfabeto infinito, por la que cuando algún practicante del sufismo se desplaza en avión o en tren acostumbra a pasar por una serie de experiencias fuera de lo común. Generalmente, cuando están a punto de abordar algún medio de transporte, sienten el inusitado deseo de elegir, entre el grupo de desconocidos que suele poblar las salas, alguna persona de la que nunca en la vida le gustaría desprenderse. Como una letra que buscara pegarse a otra para formar una palabra.

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