lunes, 7 de abril de 2008

Esperando a Sara.

En el golpe del cuerpo contra sus baldosas de madera,
en los cigarros sin sentido y amarrados,
en canciones post-rock,
en hoteles que no se respiran, en plazas
que no se respiran.
En la falda de los fantasmas,
en un trono de lástima
no la veo,
no está.
No viene, no vino.
Nunca estuvo.
En caminatas videoclip
y en contemplaciones activas
que a veces parecieran ser la felicidad,
ni ella
ni eso
está.
Esperando a Sara,
Sarazul,
en paraderos de micro vibrando de miedo
y en los caminos de su frustración.
En lagunas de mierda trozadas al grito,
azotadas contra su vientre,
en la pesadilla y su destripamiento
de ella,
de eso,
no están.

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