Festejando metido
justo entremedio
de dos giles enormes
con la svástica tatuada
entre las cejas enormes
de sus gigantescas cabezas,
tratando por todos los medios
de no explotar de la risa,
baba incluída, explotar
como un coreano insumiso
en sus rostros graves,
o como la ballena que contempla
con asombro
al estúpido bailarín que la caza.
miércoles, 19 de marzo de 2008
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