sábado, 29 de marzo de 2008

Da Vinci

Cual fisonomista
Destajé mis libros
Y no encontré nada

Cual carnicero
Los tomé hoja por hoja
Y los colgué para que
Se desangraran

Cual hambriento me
Los puse en la boca
Y su sabor rancio
Me desanimó

Cual amante le abrí
Las piernas a la literatura
Y me la violé

Cual Forense le hice
Autopsia y aquí en Chile
La encontré podrida

Y me acusaron de hereje, profano
Fome Vomitivo.
Ególatra y satánico

¡Señor Dios!
Danos un libro cada día
Y perdona nuestra indecencia
así como nosotros perdonamos la tuya

2 comentarios:

Pablo Rumel Espinoza dijo...

El autor del libro de seguro que se llama Amalfitano.

¿Qué otra digresión más podría salir de su mente?

Anónimo dijo...

Don Alex:

Me gustó, siga así.