domingo, 24 de febrero de 2008

Volver

Volver a Juan Emar, a los huasos, a las machis, a la medicina mapuche, a Ercilla, a Pedro de Oña, a las calles coloniales, a tomar vino tinto, a tomar cerveza, a vestirse de manera elegante, a recitar de memoria, a cantar payas, a batirse a duelos en las playas por hermosas doncellas de clase alta, a tomar mate, a viajar a Mendoza, a elevar plegarias por los hermanos argentinos, a enseñarles a ellos a Raúl Ruiz, a lanzar las cartas de Alejandro, a pedir a nuestros antepasados, a la monogamia para los católicos, a la poligamia para los mapuche, al sol, al mar, al verde, a la esperanza, a comer naranjas, a comer sandías en Paine, a tragar paltas de Quillota, a la pesca, a la sencillez, al reloj, a la mesa, a las botellas verdes de vino tinto, a comer uvas, a pelear hasta la muerte, a las peleas de gallos, al toreo, a las peleas a la chilena, a comer empanadas todo el año, a olvidarse de las comidas chatarras, a comer pantrucas, sopaipillas, cazuela de pollo, olvidarse de la carne roja y sólo exprimir las tetitas de las vacas, que es como exprimir las tetitas de nuestras enamoradas, a dejar los cuchillos y agarranos a palos como cuando éramos cabros chicos, a comernos el pico (de la gallina), a sacarnos la cresta trabajando, a recuperar la tradición, a escuchar a Violeta Parra a volver a Víctor Jara, a potenciar a Sinergia y las bandas emergentes rockeras, a memorizar completa la Cantata de Santa María, a fabricar un barrio chino con súper karatekas, a comer comida peruana con ídolos incas y muchachas morenas y valientes como el sol, a acoger al alemán que se va quedando sin espíritu, a hermosear al puerto francés del amor de Valparaíso, a hablar como el huaso elegante del campo chileno, comiéndonos las s, forzando las z, suavizando las c, y recalcando las q. Y si una galla preciosa se pone porfiá, darle con una fusta y luego besarle las posaderas con el color que ellas mismas elijan.

VOLVER A LA RAÍZ.-


FIN DE LA TRANSMISIÓN

4 comentarios:

Alex dijo...

VOLVER
Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron,
con sus palidos reflejos,
hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor.
La quieta calle donde el eco dijo:
"Tuya es su vida, tuyo es su querer!"
Bajo el burlon mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me van volver.

Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir,
que es un soplo la vida.
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches
que, pobladas de recuerdos,
encadenan mi soñar.

Pero el viajero que huye
tarde or temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido,
que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusion,
guardo escondida un esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazon.

Carlos Gardel y Alfredo Le Pera

*Salud por las vueltas, que ahora debieran ser mucho más gustosas.

Cabro Gamarra dijo...

Rumel:
Le agradecería profundamente que borrara todos mis aportes literarios a esta decadente nave.
Dada mi condición de genio no es bueno para mí verme relacionado con mugre como usted.
Atte.
Cabro Gamarra Gamarra.

Gabriel Bornes dijo...

Ijole, que cosas no.

Y se le acabó lo chupamedias a Gamarra.

Quizá deberías cambiar el tema de volver por otra canción.

P.D: Si ya me voy ^^

Alex dijo...

Es por eso que el mundo literario da muchas veces asco.