miércoles, 5 de marzo de 2008

A Pablo Rumel.

Pablo, dicen
que andas perdido,
que andas lejos
de lo correcto,
que la luz
te abandonó. Dichos.
Y con esos dichos es comprensible
que te andes buscando
lejos de la luz;
un amigo mío imaginaba
que misteriosas polillas se acercan
al sol, susurrándose: "Valdrá la pena".
Bichos. Bichos de ciudad
y de bosque; a una amiga
de nosotros le dije que andabas
en el bosque. No sé cómo se lo tomó.
Broma polivalente, yo creo que de eso
se trata: por ahí andas. Por
los caminos de la magia.
Por la poética ruta
de tu certeza.
Pocos se atreven a iluminar
como una luciérnaga o
como un faro de puerto,
requiere de la concentración
y la valentía
de alguien que no navegará.
Pero estoy tranquilo de tus motivos,
un librito que estoy leyendo
dice que el fanatismo es bendecido.
Bendita la chispa,
bendito el fuego
de tu fulgurante camino.
Bienvenido seas,
nos volveremos a ver.

3 comentarios:

El Bosco dijo...

Creo, Maori, que en estos momentos la sombra, el silencio, pueden iluminar a Pablo mejor que cualquier luz.Es más, creo que siempre será así.

V dijo...

él sabe donde estamos, sabe donde encontrarnos. sabe que estamos con él desde la sombra agazapados, espiándole, y sabe que en la luz está en cada uno de sus rayos.
Y no tiene idea que sabemos donde está.

LUIS MARÍN dijo...

"Invitáis a un testigo cuando queréis hablar bien de vosotros mismos; y una vez que lo habéis inducido a pensar bien de vosotros también vosotros mismos pensáis bien de vosotros".
F.W. Nietzsche:
"Del amor al prójimo"